martes, 28 de septiembre de 2010

Res publica

Quien se atreva a afirmar que la política es aburrida, es que aún no ha visto la intervención del responsable de la economía suiza (la del "paraíso fiscal"), Hans Rudolf Merz.

Rudolf Merz, durante su intervención en el Parlamento suizo

Todo comenzó cuando este buen hombre fue preguntado en el parlamento de su país, a propósito de una cuestión manifiestamente aburrida y enrevesada. La respuesta, que había sido preparada por sus asesores, superaba con mucho lo retorcido y oscuro de la pregunta. Y cuando Rudolf Merz comenzó a leer, se fue dando cuenta de que ¡ni él mismo entendía lo que estaba leyendo! Ese fue el comienzo de un ataque de risa que dejó la cuestión sobre la legislación de carnes y embutidos (motivo de la pregunta) en un segundo plano, y a medio Parlamento muerto de risa.


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